Av. de Adolfo Suárez, 2, 28660 Boadilla del Monte, Madrid

info@imbocadental.es

Av. de Adolfo Suárez, 2, 28660 Boadilla del Monte, Madrid

info@imbocadental.es

Envejecimiento de dientes y encías: ¿cómo nos afecta? ¿Hay remedio?

El envejecimiento de los dientes y de las encías forma parte de un proceso natural que ocurre en todos los organismos humanos. A medida que pasan los años, los tejidos del cuerpo atraviesan cambios que afectan a su estructura y a su funcionamiento.

Estas alteraciones nos hacen más vulnerables a ciertas enfermedades, y la boca no es la excepción. Entre los mayores es más probable el cáncer oral, así como son más habituales los trastornos asociados a la alteración del gusto y la secreción de la saliva.

No obstante, cuando nos referimos al envejecimiento de dientes y encías, no solamente debemos pensar en los ancianos. Aproximadamente desde la tercera y cuarta décadas de vida hay un incipiente declive de funciones. Y además, aparecen otras patologías que pueden afectar de forma indirecta a la cavidad bucal.

Los dientes y las encías también envejecen

El proceso natural de envejecimiento afecta a todo el cuerpo, incluso a los dientes y a las encías. Con el paso del tiempo suelen decolorarse, verse más expuestos y hasta partirse o caerse.

Entre las consecuencias más notables está el desgaste del esmalte, lo que expone la dentina y provoca mayor sensibilidad. La misma dentina se degrada y hace que las piezas dentales luzcan amarillentas.

Igualmente, es habitual que el hueso se debilite, como sucede en cualquier otra zona, al igual que los tejidos que sostienen los dientes. En consecuencia, estos quedan más expuestos, se mueven y se pueden caer

Estos cambios en la boca que se suelen dar en la vejez se originan por causas naturales. Algunos cambios que experimentamos con el paso de los años son huesos más frágiles, tejidos más débiles y mayores probabilidades de infecciones.

Si a esto le añadimos que el cuerpo tarda más en sanar, entendemos que los riesgos de sufrir enfermedades dentales son mayores. Hay una manera de evitar que esto suceda y es cuidando la dentadura desde jóvenes.

Por otra parte, existen factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer problemas dentales. Uno de los que se pueden mencionar es la sequedad en la boca. Aunque esta aumenta en la vejez, no significa que sea consecuencia de la edad.

¿Cómo nos afecta el envejecimiento de dientes y encías?

Ahora bien, cuáles son los efectos que los dientes y las encías sufren cuando envejecemos.

Hay muchos factores que influyen para que una persona tenga caries de cuello o desarrolle cáncer oral. El paso del tiempo es uno de ellos, pero también sabemos que las costumbres mantenidas durante la infancia, la adolescencia y la etapa adulta juegan un papel fundamental.

No es lo mismo una persona que cepillaba sus dientes esporádicamente durante la adultez que uno que lo hacía a diario desde la infancia. Tampoco sufre el mismo riesgo aquel que come de manera saludable, siempre frente a otro que basó su dieta en ultraprocesados y alimentos ricos en azúcares simples.

De todas formas, los principales efectos del envejecimiento en los dientes y en las encías son los siguientes.

1.   Manchas en los dientes

La dentina es la capa de la anatomía del diente que se encuentra debajo del esmalte. Este tejido es el que determina el color que vemos en la dentadura.

El paso del tiempo se relaciona con una menor producción de colágeno. La densidad reducida de estas fibras en la dentina afecta al tono que vemos a través del esmalte.

Lo habitual es que los adultos mayores presenten una dentadura más amarillenta o grisácea. Se podría decir que existe un oscurecimiento progresivo que se nota más cuando hubo prácticas que lo potencian, como fumar o beber café. por ejemplo.

2.   Desgaste dental

El esmalte pierde grosor cuando envejecemos. Pero también con el paso de los años nuestros dientes sufren un deterioro notable por el uso, es decir, por el mero hecho de masticar.          

Este adelgazamiento del esmalte es lo que contribuye al efecto anterior de las manchas en los dientes. El tejido más fino deja traslucir el amarillo natural de la dentina.

No obstante, más allá de la estética, la pérdida de esmalte puede manifestarse con sensibilidad. Esto es la aparición de sensaciones molestas en los dientes al ingerir sustancias calientes o frías, aunque también con ácidos y hasta dulces.

Pero además, el desgaste favorece las fracturas y las roturas dentales, lo que aumenta la posibilidad de perder dientes para siempre. Cuando el lugar que ocupaba esa pieza perdida, no se aborda con un tratamiento odontológico, el hueso que estaba debajo para dar sostén se retrae, lo que arrastra a la encía e incrementa más la sensibilidad en los dientes que quedan.

Por otra parte, el desgaste puede ser más pronunciado en el cuello del diente. Esto, sumado a la menor producción de saliva, aumenta el riesgo de caries en esta región anatómica.

3.   Caries de cuello

El cuello del diente es una zona particularmente vulnerable a las caries. El esmalte es un poco más delgado aquí y la higiene habitual de la boca se encuentra con obstáculos anatómicos que hacen complicada la correcta limpieza.

A causa del envejecimiento, la encía se encuentra retraída. Es decir, ha perdido volumen y ha dejado al descubierto esta porción de los dientes, que debería estar debajo del tejido gingival. 

El proceso de formación de estas caries en el cuello del elemento dentario es el mismo que siguen las caries en otras localizaciones. Que los mayores sufran esta enfermedad en el cuello del diente no quita que estas puedan aparecer en otras regiones de la boca.

4.   Sequedad bucal

Las glándulas salivales generan menos saliva como parte de su declive y esto afecta a la función de autolimpieza que tiene la boca.

Con menos saliva son más habituales las caries y hasta se altera la sensación de hidratación. Puede haber una sed aumentada porque el cerebro detecta que no hay suficiente agua en las mucosas bucales.

Si se consumen fármacos que tienen como efecto secundario la sequedad bucal, entonces el problema es peor.

No obstante, no solamente hay que centrarse en las caries como efecto no deseado de la sequedad bucal. La menor cantidad de saliva aumenta el riesgo de que en la boca se desarrollen infecciones por hongos, como la candidiasis.

5.   Alteraciones del gusto

Los cambios en el gusto pueden considerarse parte de los efectos del envejecimiento en los dientes y en las encías. A la misma vez, suele existir una pérdida de olfato que se atribuye a las alteraciones en la nariz que se suceden con el paso del tiempo.

La combinación de un gusto con un olfato alterado repercute en la alimentación. Al no percibir los sabores y los olores de los alimentos como son en realidad, se favorece la mala nutrición de las personas que sufren este problema.

6.   Cáncer oral

El cáncer oral se detecta con mayor frecuencia en quienes ya han pasado la cuarta década de vida. De hecho, entre los 60 y los 62 años es el pico del diagnóstico. Lo que deja en evidencia que es una patología relacionada con el envejecimiento.

De todas formas, los factores de riesgo que, acumulándose a través de los años, promueven la malignización de las células de la boca son:

  • El tabaco
  • El alcohol
  • La infección por el virus del papiloma humano (VPH)
  • La mala higiene oral

¿Existe remedio para los efectos del envejecimiento en los dientes y en las encías?

La prevención es clave siempre y en cualquier contexto. Si bien el envejecimiento de los dientes y de las encías es inevitable, podemos llevar a cabo algunas prácticas que nos protejan de cara al futuro.

Algunos consejos generales para cualquier edad son:

  • Cepillarse los dientes, al menos 2 veces al día, con un cepillo adecuado, que tenga las cerdas suaves.
  • El uso de pasta dental con flúor.
  • Evitar los ultraprocesados y reducir los azúcares simples.
  • No fumar, no tomar alcohol y visitar al dentista con regularidad.

Y recuerda, una de las recomendaciones más importantes es que el adulto mayor que toma medicaciones para patologías sistemáticas (como la hipertensión, la depresión o la diabetes) reporte a su médico todos los efectos adversos que sufre en la boca.

Desde Imboca esperamos que este artículo te haya servido para conocer cuáles son los efectos del envejecimiento de los dientes y de las encías y de cómo tratarlos. Si tienes alguna duda, contacta con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte en lo que necesites.

Entradas relacionadas

¿Son peligrosas las manchas blancas en la boca? La realidad de la leucoplasia oral

¿Son peligrosas las manchas blancas en la boca? La realidad de la leucoplasia oral

Notar manchas blancas en la lengua puede ser un signo de que nuestra salud oral puede no ser óptima. Esta…
Implante dental vs. prótesis removible: ¿qué ventajas y desventajas tiene cada uno?

Implante dental vs. prótesis removible: ¿qué ventajas y desventajas tiene cada uno?

Muchos pacientes que han perdido uno o varios dientes en ocasiones se preguntan cuál es la mejor solución: un implante…
Tengo un bulto en la encía: ¿por qué aparece? ¿Cómo se trata?

Tengo un bulto en la encía: ¿por qué aparece? ¿Cómo se trata?

La presencia de un bulto en la encía puede resultar incómodo y preocupante para la persona que lo sufre. En…